La Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) celebró este pasado jueves, en colaboración con el despacho Herbert Smith Freehills, un workshop dedicado al sector InsurTech que reunió a asociados del ecosistema, aseguradoras tradicionales y autoridades supervisoras, en un espacio de reflexión y diálogo que permitió abordar de forma conjunta los principales retos y oportunidades…
La Asociación Española de FinTech e InsurTech (AEFI) celebró este pasado jueves, en colaboración con el despacho Herbert Smith Freehills, un workshop dedicado al sector InsurTech que reunió a asociados del ecosistema, aseguradoras tradicionales y autoridades supervisoras, en un espacio de reflexión y diálogo que permitió abordar de forma conjunta los principales retos y oportunidades que afronta la innovación aseguradora en el contexto actual.
Jaime Bofill, socio de Herbert Smith Freehills, partner jurídico de la asociación y anfitrión del evento, subrayó la importancia de crear foros de encuentro donde los actores del ecosistema InsurTech puedan visibilizar sus necesidades, compartir experiencias y contribuir de manera activa a la construcción de un marco regulador más adaptado a la realidad del sector.
Por su parte, Pilar Andrade, vocal de la Junta Directiva de AEFI, y José Luis Orós, representante del vertical InsurTech dentro de la asociación, lideraron una ponencia dedicada a poner en común las principales preocupaciones del sector. Entre los temas destacados se encuentran la creciente complejidad del entorno regulatorio, la necesidad de avanzar hacia una simplificación normativa efectiva, la escasa disponibilidad de financiación para nuevos proyectos y el reto de adaptar los modelos de negocio a un contexto cada vez más exigente desde el punto de vista tecnológico y competitivo.
Ausencia de unicornios en el sector
Durante este bloque, se destacó que, a diferencia de países como Alemania o Francia, donde el ecosistema InsurTech ha logrado generar una cifra significativa de unicornios, España apenas cuenta con dos, ambos domiciliados en Estados Unidos, lo que refleja una carencia estructural de impulso al emprendimiento innovador en el ámbito asegurador. Además, se evidenció el escaso aprovechamiento de los fondos Next Generation por parte del sector: tan solo una InsurTech asociada ha solicitado acceso, lo que pone de manifiesto tanto el desconocimiento como las dificultades prácticas que enfrentan las startups para beneficiarse de estos instrumentos.
También se habló sobre la tensión existente entre innovación y regulación, una fricción que continúa siendo uno de los grandes retos para el desarrollo del sector. En este sentido, se puso de relieve la necesidad de seguir construyendo puentes entre la disrupción tecnológica y el cumplimiento normativo, apostando por soluciones que permitan encajar de forma ágil modelos de negocio emergentes dentro del marco legal vigente.
Asimismo, se señaló que la colaboración entre startups y aseguradoras tradicionales se ha consolidado como una tendencia al alza, aunque todavía existen desafíos en cuanto a la definición de métricas claras que permitan medir el impacto y la rentabilidad de estas alianzas. La construcción de confianza mutua y la alineación estratégica serán, sin duda, elementos clave para el éxito de estas sinergias a largo plazo.
Avances y retos en el Sandbox
Uno de los temas más recurrentes durante la jornada fue el funcionamiento del Sandbox regulatorio, percibido por los asociados como una herramienta valiosa para testar proyectos innovadores en un entorno controlado. Si bien se valoró positivamente su existencia y evolución desde su lanzamiento en 2021, desde la AEFI se insistió en la necesidad de aumentar su eficiencia operativa, acortar plazos de tramitación y aplicar el principio de proporcionalidad con mayor flexibilidad, especialmente para aquellos proyectos que se encuentran en fases iniciales.
Entre las principales dificultades detectadas por los promotores de proyectos se encuentran el cumplimiento de requisitos como el grado de madurez o la garantía financiera exigida, que en muchos casos suponen un freno considerable a la entrada de nuevas propuestas. A pesar de estos obstáculos, el Sandbox ha permitido avanzar en la interlocución entre el sector y los supervisores, y a día de hoy ya se han firmado más de 30 protocolos, lo que demuestra su potencial como instrumento de colaboración regulatoria.
Análisis jurídico y contexto normativo
La segunda parte del evento estuvo centrada en el análisis jurídico y normativo. Jaime Bofill, socio de Herbert Smith Freehills, ofreció una completa panorámica sobre los principales desarrollos legislativos que afectan al sector asegurador y financiero, abordando aspectos clave como la necesidad de modernizar la infraestructura jurídica que regula el sector, el impacto de la digitalización en la prestación de servicios financieros, y el equilibrio entre competitividad e integridad del sistema.
Entre los temas más relevantes, se analizó el papel que jugará el reglamento europeo DORA (Digital Operational Resilience Act) en la definición de un marco robusto para la resiliencia operativa digital, así como el proceso de simplificación normativa impulsado por la Comisión Europea, que busca aliviar la carga burocrática sin comprometer la protección del consumidor. En este contexto, se remarcó que el enfoque regulador debe ser capaz de acompañar el ritmo de la innovación tecnológica, permitiendo la entrada de nuevos actores que contribuyan a enriquecer la oferta sin que ello suponga una amenaza para la estabilidad financiera.
Presencia institucional y compromiso con el sector
La última parte del workshop contó con la participación de Lucía Bango, responsable del Área de Conductas de Mercado de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP). La presencia del supervisor permitió establecer un canal directo de diálogo con los asociados InsurTech, reforzando el compromiso institucional con el desarrollo de un entorno regulador más cercano y eficiente.
Bango abordó algunas de las principales preocupaciones del sector, así como diversas propuestas para mejorar el funcionamiento del Sandbox regulatorio. Desde la AEFI se trasladó la importancia de mantener un proceso de escucha activa, facilitar una coordinación más fluida entre promotores y supervisores, y revisar determinados elementos del diseño actual del Sandbox que podrían optimizar su impacto, como la posible eliminación del modelo de cohortes, en favor de un sistema de acceso más ágil y continuo.